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  • Foto del escritorEspai Viu

Objetos en lugar de sentimientos

Actualizado: 13 ene 2020

Rebeca Gómez - Terapeuta gestalt y corporal-

Repost de www.rizomagc.wordpress.com


Hace días que le vengo dando vueltas a escribir sobre el programa de Marie Kondo. Oigo hablar mucho de ella últimamente: de su programa y de su método, para bien y para mal.

Después de ver el programa de Netflix me quedó la sensación de cómo algo en teoría tan simple (por lo menos bajo mi punto de vista) como ordenar y no vivir en el caos, era recibido de manera tan sorpresiva, cómo cambiaba vidas, relucía casas, mejoraba relaciones y hacía crecer espiritualmente a los que participaban en el proyecto.

Y hoy he visto este texto en instagram y he asociado las ideas.


Lo que más suele sorprender, tanto al los que vemos el programa como a los participantes, es el apilar todo lo que poseemos, por categorías, en un mismo sitio. Cuando vacías tu armario encima de la cama te quedas de piedra. ¿Como llegamos a acumular tal cantidad de pertenencias? ¿Cómo es que no recuerdo muchas de las cosas que están ahí? ¿por qué acumulo ropa y objetos que no utilizo?

Por que muchas veces los objetos nos dan la estabilidad y seguridad que no nos dan las emociones. Si tengo un mal día quizá comprando algo bonito me levante el ánimo, quizá el nuevo móvil me haga sentir especial por un día o dos, los zapatos caros me harán sentir más alta durante unas horas, la americana exclusiva me da una imagen de mi renovada esta semana.

Sí, eso ocurre, me siento mejor durante unos segundos, minutos, horas. Consigo que la tristeza de vaya un rato, que la ansiedad se apague, que la inseguridad se borre. Y eso nos da mucho placer y nos quita mucha angustia.


El problema es que son parches, la única manera de que al tristeza desaparezca es transitarla, la única manera de que la ansiedad se vaya es ir a ver porque vino, quizá aceptarla, quizá cambiar algún comportamiento. Pero ninguna emoción negativa desaparece con un nuevo vestuario.

Se me ocurre como ejercicio complementario al de Marie Kondo, intentar recordar que nos impulsó a comprar aquello que tenemos en los armarios o estanterías y que nunca usamos: ¿fue una compra compulsiva? ¿teníamos un mal día? ¿estábamos tristes o angustiados?

Las emociones son parte de la vida, es bueno para nosotros reconocerlas, no tenerles miedo. Aceptar y saber que vienen y se van. No quedarnos tampoco pegados a ninguna (ni la alegría ni la tristeza) Y saber que la vida es un flujo de emociones.


Si te apetece saber un poco más sobre esto no dudes en contactarme en Sales Espai Viu o en el teléfono 606190101

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